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Llenar la caja de los deseos

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Razón, necesidad y deseo.

En nuestras mentes la parte racional es la encargada de encontrar justificación lógica a lo que hacemos. Esta lógica es universal es una ciencia exacta, es matemáticas donde el resultado no da lugar a ambigüedades. Será entendible por cualquiera que tenga una calculadora igual de potente a la nuestra y por tanto sea capaz de replicar nuestro razonamiento.

Junto con nuestra mente racional se encuentra nuestra mente emocional y aquí la cosa cambia un poquito. De esta parte emocional derriban las necesidades y deseos. Una necesidad sería un deseo que podemos justificar racionalmente, por ejemplo si llevo todo el día sin comer cualquier persona entenderá mi necesidad de comer.

El deseo en cambio es algo que no responde a la lógica, seria una necesidad que no se puede razonar lógicamente, este nos mueve aunque no sepamos porque. Es lo que nos hace humanos, lo que nos diferencia de los robots que son pura lógica. Un deseo es realmente fuerte porque al sentirlo y no ser capaces de deducir su porqué le damos vueltas una y otra vez intentando comprender y razonar lógicamente su origen ( sobretodo las personas que tendemos al overthiking ) lo cual hace difícil que desaparezca de nuestras mentes.

Como se resuelve el conflicto

Como la parte racional no es capaz de explicar el deseo, se generará un conflicto que nos hace dudar de la acción que debemos tomar. Este conflicto se puede alargar hasta que:

  • El deseo es sustituido por otro y el conflicto vuelve a empezar con este nuevo deseo.
  • Nuestra razón se inventa una justificación para este deseo, no será correcta la justificación pero nos sirve para salir del bucle y tomar acción.
  • Dejamos de intentar justificar el deseo y simplemente lo cumplimos, actuamos sin la necesidad de razonar algo que no tiene componente racional.

Metamorfosis del deseo en objetivo

Un objetivo no es mas que un deseo planificado, a veces no nos paramos a justificar la razón por la cual queremos cumplir ese objetivo pero eso nos impide planificar el camino para lograrlo, entonces ese deseo se convierte en objetivo.

A veces nos inventaremos una historia que justifique nuestro deseo, así estaremos preparados para responder a la pregunta de porque queremos cumplir ese objetivo. Nuestro subconsciente es una maquina de inventar historias para justificar nuestros deseos.

Llenar la caja de los deseos

Llenar la caja es cumplir esos deseos, unos tratarán de llenar la caja con un gran deseo vital, un propósito u objetivo que ocupará toda una vida mientras que para otros la caja se llena de varios deseos medianos o muchos pequeños.

Unos tendrán como estrategia llenarla de deseos que ocupan mucho pero te pesan poco. Esos deseos que llenan pero no lastran con su peso. Para otros no importará el peso de los deseos. Por ejemplo si mi deseo es ser millonario y voy alcanzarlo a los 90 años, es un deseo que me va a pesar mucho para la utilidad que me va a dar. Si mi deseo es pisar los 5 continentes podré llenar mi caja sin que me pese excesivamente.

Al final cada caja es única y por tanto no hay respuesta única sobre como conviene llenarla. La caja es personal, se pueden tomar ideas al ver de qué llenan la caja los demás pero sería estúpido llenarla con la misma composición.

Cada vez es más difícil no fijarse en los deseos ajenos al ver como la gente parece tan plena en las redes cumpliendo sueños, sabemos que hay mucho maquillaje en esa plenitud pero aun así cuesta no tener cierta envidia e intentar tomar como propios los deseos de otros con el fin de obtener la misma apariencia de satisfacción.

La caja se expande sin limite

Una vez se llena con todos los deseos, la caja se expande automáticamente y queda de nuevo hueco por llenar. Nunca se llena del todo pues en la vida siempre hay un deseo que satisfacer. Otra cosa es no saber cual es el deseo que va encajar en ese hueco y por tanto volverte loco buscándolo.

Si se pierde mucho tiempo llenando la caja de deseos que ocupan poco espacio de satisfacción, entonces habrá menos tiempo para llenarla con los deseos que realmente satisfacen el espacio de la caja.

Es difícil saber que deseos debemos perseguir y cuales acallar pues a primera vista no podemos saber cuanto nos van a satisfacer. Cuando nos venden algo nunca lo podemos probar antes de pagarlo. Y con probarlo me refiero a usarlo hasta que satisface nuestras necesidades. Pues el objetivo del marketing es generar necesidades para que compres, no de saciarlas.

Ante un gran deseo, de esos que pesan mucho en tiempo y esfuerzo lo ideal es probar muestras más pequeña y ver como nos satisface, por ejemplo si nuestro deseo es dar la vuelta al mundo durante un año, podría ser interesante probar viajar durante un mes y comprobar cuanto nos satisface. Aunque la respuesta completa estará siempre al final.

El aprendizaje proviene del camino y no de la meta, siendo en el final donde se siente o bien la plenitud de lograr el deseo por el cual has trabajado tanto o bien cuando apenas estabas saboreando consigues otra caja enorme de vacío a llenar.

Lo bueno de los sueños es conseguirlos, lo malo de los sueños es conseguirlos y darte cuenta de que no era ese. Otro aspecto a tener en cuenta es para los sueños largos el camino a recorrer es tan grande que puedes ir cambiado mientras llegas a la meta y con ello la prioridad de tus deseos, tal vez el sueño cambie.

La caja de los deseos es incierta, solo hay una forma de saber que pasará y es llenándola.

Sobre el deseo de la libertad económica para tener tiempo ilimitado

Este es un deseo recurrente en el internet, ese internet que comenzó como un lugar para compartir información en foros y continuo como un lugar de encuentro social donde compartir con tus amigos en las redes sociales y se está transformando en un centro comercial donde todo el mundo tiene algo que venderte.

Unos de los artículos más preciados que se venden en este centro comercial virtual llamado internet es la preciada libertad económica. Mucho más deseada que el ultimo modelo de iphone.

Libertad económica significa tener todos tus gastos cubiertos sin necesidad de emplear tiempo en trabajar, con lo cual tienes el 100% del tiempo para ti.

Esto suena genial, ahora cabe preguntarse si el dinero y el tiempo libre es un deseo que satisface o es un medio para satisfacer deseos. Más bien el tiempo y dinero sería un medio para llenar la caja, sería la moneda con la que compras los elementos a meter en la caja.

Todos los deseos cuestan en mayor medida tiempo, dinero y esfuerzo. Si empleas todo tu esfuerzo en obtener tiempo libre y/o dinero no estarás llenando la caja de los deseos, sino acumulando medios para en un futuro canjearlos por esos deseos.

La libertad económica es un medio pero no es un deseo que te vaya a satisfacer por si solo. Cabe preguntarse primero que haríamos con el 100% de nuestro tiempo libre y luego si realmente merece la pena el esfuerzo para llegar a ello, igual necesitamos más tiempo libre en nuestro día a día o pequeños periodos sabáticos pero no tenemos la necesidad de disponer unicamente de tiempo libre.

La pregunta es si tuviéramos la libertad económica cuanto tiempo usaríamos para saciar los deseos que realmente tenemos. Ese es el tiempo que necesitamos.

Sobre el deseo de la autosuficiencia

Este deseo es otro de los que se alimenta en nuestra sociedad “moderna”, el hecho de no depender de nadie ni económicamente ni emocionalmente y por supuesto tampoco queremos depender del estado. Nos autoengañamos pensando que somos autosuficientes cuando no sabemos ni hacernos un huevo frito.

El ser autosuficiente se ha reducido a tener capacidad de generar dinero e interactuar con los demás como si estuviéramos haciendo scroll en la pantalla de nuestro teléfono sin pararse mucho tiempo en el mismo lugar, no vaya ser que nos hagamos dependientes, débiles y frágiles. Cabe preguntarse si no es aun mayor debilidad la dependencia al scroll y a pasar de pantalla…

Y en cuanto a las necesidades materiales la autosuficiencia se reduce al dinero, estamos demasiados acostumbrados a que este se transforme mágicamente en bienes y servicios y olvidamos la cadena de personas de las que dependemos para obtener una simple hamburguesa o esa pantalla desde la cual hacer scroll.

La realidad es que en la sociedad moderna está construida de un modo que se necesite cada vez menos interacciones los unos con los otros para conseguir saciar nuestras necesidades y eso hace que nos creamos cada vez más independientes.

En la practica tal vez signifique que estemos divididos y eso dificulte a la hora de tomar acciones que nos beneficien colectivamente beneficiando a la cúspide de la pirámide social que al ser solo unos pocos tienen más fácil defender intereses comunes.

Al igual que la globalización escondió la contaminación la sociedad digital escondió la dependencia entre humanos. Los países del primer mundo están más limpios porque la producción de bienes que estos consumen se ha deslocalizado hacia los países en vías de desarrollo, somos los mismos quienes contaminamos pero lo hacemos fuera de nuestras fronteras.

En la sociedad digital se ha ocultado la producción de bienes de tal manera que solo vemos la punta del iceberg que es intercambiar el dinero por los bienes, no vemos los humanos de los que dependemos al igual que no vemos la contaminación.

Me pregunto si un árbol cae en mitad del bosque y nadie lo escucha ¿ Hace ruido? Y si una personal presume en redes de su autosuficiencia e independencia ¿ Las personas con las que comparte ese logro no serian parte de su dependencia a compartir su éxito ?

¿ Para qué ?

Antes de buscar respuestas lo importante es cuestionarse la propia pregunta. Cuestionarse si el deseo es un fin o un medio para obtener un fin ¿ Son el dinero y tiempo libre un fin o un medio ? ¿ Tiene sentido perseguir la autosuficiencia si sabemos que es solo un espejismo ?

Dudando…