- Published on
Sociedad del individuo entretenido
- Authors
- Name
- Micael Espín
- @micael_numero6
El mundo occidental tiene como estandarte la defensa de la libertad y más concretamente la bandera de las libertades individuales, al menos eso es en teoría ya que en la practica la libertad es directamente proporcional a la posición social y el patrimonio.
Lo que ocurre es que tomamos un camino hacia esta sociedad que tiene como cimientos la defensa de la libertades individuales y en algún punto nos equivocamos de dirección tomando un camino similar pero con un destino bien distinto. El camino tomado es el que llega a la fragmentación de la sociedad, a la perdida de la comunidad lo cual en parte lleva a la falta de propósito.
Creamos una sociedad optimizada, automatizada y proveedora de recursos en la que nos podemos servir solos. Una sociedad en la que cooperamos sin necesidad de conocernos simplemente aceptando unas normas que ya no cuestionamos.
Da igual que nuestras necesidades las cubra otro ser humano o un robot, para nosotros el sistema se encarga de todo. Lo único que nos pide el sistema a cambio es aportar nuestro tiempo produciendo bienes, servicios o entretenimiento.
Vamos rumbo a la sociedad del entretenimiento, si tras las distinta fases de la revolución industrial pasamos de una sociedad agraria a una industrial y tras esto pasamos a una sociedad centrada en los servicios, ahora vamos directos a una sociedad basada en el entretenimiento. Ya que se va necesitando cada vez menos humanos para cubrir las necesidades humanas, debemos mantenernos ocupados no vaya ser que se nos ocurra pensar demasiado y ver las fallas del sistema, se hace necesario crear nuevas necesidades y lo que es aun mejor, entretenimiento ilimitado.
Ese entretenimiento en la era digital se puede conseguir individualmente al igual que las demás necesidades, él como está enfocado el entretenimiento es otro factor que favorece el individualismo.
Hemos recibido un 2x1 como sociedad, hemos comprado la promesa de las libertades individuales y por el mismo precio hemos conseguido el individualismo, la fragmentación de la sociedad y la comunidad.
Casualidad o no, el resultado es que hemos perdido capacidad de defensa contra los abusos de los poderosos pues hasta para las luchas sociales nos hemos individualizado. Podríamos completar el famoso dicho “divide y vencerás” añadiendo “entretiene y arrasaras”.
En la sociedad del entretenimiento no hay tiempo libre para pensar, pues al igual que un gas se expande hasta ocupar todo el espacio disponible en un recipiente, el entretenimiento se expande hasta ocupar todo el tiempo libre. Como resultado no hay tiempo de pensar ni de intercambiar ideas entre iguales y las ideas nos llegan ya digeridas desde nuestras fuentes corruptas de entretenimiento, quien controla el entretenimiento controla las ideas.
Al no tener tiempo para procesar y debatir estas ideas con la comunidad, las aceptamos sin procesarlas, el individualismo nos hace más manipulables y por tanto menos libres.
El concepto de clase baja, media, alta queda obsoleto. La lucha es entre la clase productora y la clase extractora. Para la primera la mejora de la ciencia y tecnología aumenta su capacidad de extracción mientras que la segunda se queda en el mismo lugar o incluso ve empeorada sus condiciones de vida.
Cuando la clase extractora da una vuelta de tuerca más al mecanismo de extracción de la clase productora, simultáneamente se incrementa el entretenimiento y aquí no ha pasado nada.
Por el camino hacia las libertades individuales hemos llegado a un inesperado destino, al individualismo que junto al entretenimiento ilimitado ha restado fuerza a la comunidad, a la clase productora se está quedando deshabilitada frente a la clase extractora.
La indignación y la ira queda en las redes, nuestro granito de arena para luchar por causas nobles y salvar el mundo es dar un like. El activismo político o la lucha de los trabajadores requiere acciones coordinadas y eso no es compatible con el individualismo, eso es cosa del pasado.