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¿ Dónde quedó el hacer por placer ?

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Si tienes la sensación de que hoy en día sólo importe lo que se pueda monetizar y tus habilidades únicamente se valoran por el dinero que son capaces de generar, bienvenido al nuevo mundo de la economía digital.

Es obvio que a la mayoría de nosotros nos gustaría monetizar nuestras pasiones y vivir de ellas. Aunque en algún momento hemos perdido el foco y lo que esta ocurriendo es que estamos escogiendo nuestras pasiones en función de lo que se puedan monetizar en lugar de estar monetizando nuestras pasiones.

Hasta jugar a videojuegos se ha convertido en una forma de monetizar, en la economía de la era digital, todo hobby debe ser monetizado. No existe la opción de tener un trabajo para ganar dinero con el que cubrir tus gastos, ahorrar y darte algún capricho y tu tiempo libre dedicarlo a leer, escribir poesía, pintar, cantar, tocar un instrumento, hacer manualidades. Pues no, todo lo que construimos en nuestro tiempo libre tiene que orientarse a monetizar.

¿ Dónde quedó el hacer por placer ?

Por supuesto las actividades más fáciles de monetizar no son las creativas sino las relacionadas con el comercio que la era digital se ha simplificado en hacer dos clics, uno para comprar y otro para vender llevándonos el margen. Al menos esa es la teoría pero cuando todo el mundo puede participar, la competencia y por ende la dificultad aumenta.

A diario recibo montones de impactos en forma de anuncios de youtube o similar en el que algún experto en su sector que me quiere regalar una “master class” para enseñarme a ganar dinero invirtiendo en bolsa, cripto, nft y demás formas de intermediación económica en las que no se produce ni aporta servicio alguno mas allá de intermediación. Esos expertos que generan miles de euros por sí solos y son tan generosos de compartir sus secretos para que toda la humanidad pueda convertirse en millonaria. De todo corazón, gracias, queridos filántropos.

Y yo me pregunto, en caso de que funcione la formula mágica, ¿ Qué aportaría a la sociedad con esto ? Seguramente me sentiría valorado al ser capaz de generar tanto dinero, sería capaz de sentirlo como una autentica pasión y estaría muy orgulloso. Y me pregunto ¿ En qué momento hemos dejado de querer monetizar nuestras pasiones por apasionarnos por lo que podríamos monetizar?

Tal vez al ver como otros lo hacen, al ver cómo otros son capaces de generar ingresos de forma apasionada nos invade la envidia y las ganas de imitarlos.

La red de redes es la herramienta o instrumento perfecto para propagar el conocimiento lo cual beneficia a la humanidad. Aunque por el otro filo de la herramienta se encuentra la capacidad de propagar la envidia y el odio de manera tan efectiva como propaga el saber.

Si no somos capaces de monetizar nuestra pasión la iremos modificando hasta poder hacerlo. De modo que la pasión que monetizamos no será la autentica que nos mueve sino la que pasión modificada para que encaje en el mercado.

En la era digital existen dos tipos de personas, los creadores y los consumidores. Por otro lado, el activo más importante que tenemos los seres humanos es el tiempo. Y el tiempo en la era digital se intercambia por entretenimiento o dinero. Los consumidores intercambian su tiempo por entretenimiento y los creadores intercambian su tiempo por dinero generando ese entretenimiento que tanto necesitan los consumidores.

La realidad es mixta, todos somos consumidores y creadores. Y en medio de nosotros consumidores y creadores están los intermediarios, las plataformas encargadas de generar adicción y por consecuencia dependencia y las corporaciones que a través de la publicidad venden servicios y productos que realmente no necesitamos pero aparentan llenar algún vacío que sentimos.

Nota: hablar de los intermediarios daría para otro post ;)

Pasión monetizada…