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¿ Qué tipo de clasista eres ?

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Se suele decir que podemos conocer una persona según la forma en la que trata un camarero, si es agradecida, prepotente, empática , si se cree con derecho absoluto, etc. La verdad este pequeño análisis nos puede dar una buena primera referencia de como es la persona que acabamos de conocer.

Aunque este análisis se podría ampliar a como tratamos a los demás en general, especialmente cuando no vamos a obtener nada a cambio por parte de la persona con la que estamos tratando.

Es fácil tener buen trato con quienes esperamos obtener algo a cambio pero ese trato forma más parte de una especie de negociación que de nuestra relación personal.

Otra forma más sutil de conocer como es una persona con su trato con los demás es escuchando como habla de los demás cuando no están presentes. Podría ser compatible un trato cordial de frente y unas malas palabras a espaldas por cobardía u otro motivo.

Aunque donde realmente se conoce una persona es en su descripción de los demás, dependiendo de como lo hagamos estamos exponiendo cual es nuestra escala de valores y que es lo que realmente nos importa más allá de fachadas.

Nuestros cerebros humanos tienen la necesidad de clasificarlo todo, pues el orden nos hace sentir bien por muy anárquicos que podamos considerarnos, un poco de orden y cuadricula es necesario.

Pues bien, para conseguir ese orden una de las cosas que hacemos es clasificar, tendemos a clasificarlo todo. A nuestro cerebro le encanta los patrones y descubrir donde se repiten estos patrones para agruparlos en una categoría, nuestro cerebro es una máquina de categorizar.

Todos clasificamos, la diferencia está en las características que utilizamos para definir las clases y los grupos o etiquetas que generamos.

Pues bien, tambien clasificamos las personas según los atributos, características o valores que consideramos más importantes. Es decir, las características que utilizamos en la clasificación son un reflejo de las cualidades que valoramos y deseamos.

A veces no reconocemos directamente que estamos estableciendo clases con las personas que conocemos pero sin duda lo hacemos. Y una forma sutil de verlo es cuando nos piden que definamos una persona. En función del tipo de características que usemos para definirla mostramos dos cosas. Por un lado la etiqueta que le ponemos a esa persona y por otro lo que valoramos de las personas o los atributos a las que le damos importancia, es decir nuestra escala de valores.

Encontramos básicamente cuatro tipos de descripciones con las que se suelen definir las personas: el físico, el intelecto, la posición social y riqueza. En las ocasiones en las que definimos las personas con insultos tipo es gilipollas, idiota, realmente estamos juzgando más que describiendo. Y luego está el comodín de **“ es buena persona ” **que se suele utilizar para definir lo que consideramos neutro.

Por ejemplo si definimos las personas diciendo esta gorda, es calvo, esta fuerte, es porque valoramos las cualidades físicas. Si nos referimos a sus estudios diciendo es ingeniero, medico, investigador, valoramos el intelecto, si definimos con comentarios como: es hijo del dueño del centro comercial, presidente de la federación, entonces valoramos la posición social. Si describimos las personas con comentarios del estilo tiene un mercedes de 50 mil euros o tiene un piso en el centro que tiene que valer medio millón, entonces valoramos la riqueza.

Utilizamos todos los tipos de descripciones, física, intelecto, posición social y riqueza, pero siempre hay alguna que predomina y esa es la que nosotros más valoramos.

Lo curioso es que en función de como solemos describir las personas mostramos que cualidades valoramos. Lo que valoramos en los demás tambien lo valoramos en nosotros y es lo que perseguimos, es lo que nos mueve, nos genera estrés y envidia cuando nos comparamos con alguien que nos supera en esas cualidades que tanto ansiamos. Físico, intelecto, posición social, riqueza…

Descripción, clasificación, valoración y comparación…