Published on

Top o fracasado

Authors

La competición de likes hace que sólo importe ser el numero 1, o al menos estar en el top de la disciplina. La competición nos da un motivo para esforzarnos, mejorar y crecer, aunque no todos podemos llegar al top de una disciplina.

Por ejemplo, imaginemos que toco el piano y me gusta pero no llego a tener el nivel o la suerte de poder vivir de ello debido a que no puedo estar en el top de los que tocan piano. Se me plantean dos pensamientos, o bien puedo sentir que mi habilidad no tiene valor por no estar en el top. O bien puedo sentirme orgulloso de estar entre el 10% de la población que toca el piano (porcentaje es inventado pero no creo que sea mucho mayor).

En cuanto a las habilidades se suele decir que todos tenemos una habilidad que nos hace únicos y que en algún aspecto somos los mejores. Personalmente no creo que tenga que ser así. Podemos ser los mejores de una zona o un lugar en un momento o época determinada, pero el mundo es enorme, somos miles de millones y siempre llegan nuevos talentos.

Siempre hay alguien que nos supera y en caso de que seamos “los mejores del mundo”, ese titulo es temporal, pues no se puede mantener la corona para siempre, en cualquiera que sea la disciplina.

En cambio, lo que sí nos puede hacer únicos es la combinación de habilidades. Por ejemplo si toco el piano y me comparo con toda la población ya estoy entre el 10% que tiene esa habilidad, si me comparo solo con los pianistas probablemente ya no estaré entre ese 10% “mejores”. Si por otro lado sumo todas mis habilidades, esas en las que soy mediocre pero mejor posicionado que quienes no las tienen, entonces me daré cuenta de que tengo una combinación única y top!

Las comparaciones son inevitables, en el pasado solo nos comparamos con las personas físicas que había a nuestro alrededor. Hoy en día está al alcance de nuestro teléfono compararnos con miles de personas virtualmente perfectas y eso es realmente nocivo para nuestra autoestima.

Puede generarnos ansiedad ver que sea cual sea la disciplina siempre nos encontramos lejos del top. Aun sabiendo que no todos podemos estar en la cima.

Cuando en el pasado nos podíamos encontrar con una persona “top” en el mundo real, hoy en día nos podemos encontrar con cientos de “tops” en el mundo virtual. Al ver tantas personas “top” podemos caer en la trampa de creer que esa es la normalidad pues si hay muchos eso debe ser lo común y lo “normal”.

Con ello desplazamos la barrera entre top y común. Y nos alejamos aun más de la cima, incluso nos posicionamos debajo de lo “normal”. Nuestra autoestima se ve arrastrada a una nueva posición ya no solo lejos del top, sino por debajo de la media, de lo normal, de lo común. Y de lo que es más importante, de la realidad.

Tal vez sea hora de levantar la cabeza del teléfono y mirar a nuestro alrededor, al mundo real. Salir de lo virtualmente perfecto y abrazar el imperfecto mundo real. Ser conscientes de que tenemos un conjunto de habilidades y si nos comparamos debemos tenerlas todas en cuenta. Y sobretodo comparar la realidad, aunque la linea entre lo real y virtual esta cada vez más difuminada.

Más allá de las virtudes que podamos tener, somos seres humanos similares sueños y preocupaciones. Tanto poner a los demás por encima o debajo de nosotros nos hace distanciarnos, segregarnos en pequeños grupos cada vez más atomizados hasta llegar a la unidad y quedando aislados. Cuando el éxito y el desarrollo de la raza humana se basa en la cooperación entre individuos, no podemos cooperar si nos distanciamos. Creernos más o menos que el resto nos distancia y nos perjudica a todos.

Realidad Top…