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El dinero es tiempo
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- Micael Espín
- @micael_numero6
Literalmente el dinero es tiempo. El dinero en un principio se inventó para sustituir al trueque haciendo que el sistema de intercambio de valor, esto es mercancías y servicios, fuera más justo.
Hoy en día el dinero se ha convertido en el único sistema para intercambiar el recurso más escaso y valioso del mundo. Nuestro tiempo, nuestra vida.
¿ Es caro o barato ? Pues depende
Cuando vayas a comprar tu próximo smartphone, no lo estarás comprando con dinero, sino con las horas de tu vida que has vendido a cambio del dinero que cuesta.
Esta realidad es conocida prácticamente por todo el mundo y es por eso que las redes sociales se han inundado de vendedores de libertad, por un módico precio te ofrecen el secreto que Wall Street no quiere que sepas, el método paso a paso, aunque se les olvida mencionar que el método eres tú.
Las redes están llenas de loros vendedores de humo, que repiten lo que escuchan de otros vendedores de píldoras mágicas.
Podrías encontrarte con algún vendedor que tiene un remedio que realmente funciona para conseguir dinero sin gastar tu tiempo. Aunque lo más probable es que la formula mágica implique ser un intermediario, de una forma u otra comprar el tiempo a personas que lo venden barato y venderlo a otras que lo compren más caro, quedándote con la diferencia. El intermediario siempre gana.
¿ Está bien ser intermediario de tiempo ? Pues depende
La respuesta es bien personal, depende de lo que cada uno considere justo. En función de a quien preguntemos y de cuanto se lleva el intermediario podrá considerarse un trato justo, un trato poco ético e incluso un trato fuera de la legalidad.
Todos somos en cierto modo comerciantes de tiempo, por ejemplo cuando no queremos cocinar podemos comprar con nuestro dinero el tiempo que otra persona invierte en prepararnos la comida. Y todos, unos más otros menos, cambiamos nuestro tiempo por dinero.
¿ Todas las horas tienen el mismo precio ?
Que todo lo que compramos con dinero en realidad lo compramos con tiempo es una realidad conocida. Una realidad no tan conocida es que no todo el tiempo tiene o debería tener el mismo precio.
Aunque nuestra energía se renueva cada vez que tenemos un sueño reparador, nuestra energía diaria es limitada. No tenemos la misma energía a primera hora del día que a medio día o al final de nuestra jornada laboral.
Si vamos a la plaza de abastos a vender nuestro tiempo, puede ser que a veces vendamos nuestro mejor genero y nosotros consumimos las sobras, temporalmente hablando. Está claro que no todas las horas de nuestro tiempo son igual de valiosas, aunque le establecemos el mismo valor a todas en el mercado del tiempo.
En definitiva, cambiamos nuestro tiempo por dinero y por tanto compramos con tiempo.
Hay intermediarios que se quedan con un porcentaje de nuestro tiempo mediante mecanismos más o menos complejos y más o menos justos que depende del criterio de cada uno.
Y en este mercado de tiempo solemos vender todas las horas de nuestro día al mismo precio aunque no todas las horas de las que disponemos vienen cargada con la misma energía y por tanto no todas deberían valer lo mismo.
El tiempo es la materia prima con la que se genera el dinero y este dinero vuelve a comprar tiempo, sin tiempo no hay riqueza. Las personas verdaderamente ricas son ricas en tiempo.
Riqueza temporal…