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Toneladas de recuerdos enREDados

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Recuerdos, hoy en día los tenemos a toneladas, miles de ficheros y gigabytes de datos. No falta un video, un audio y aun menos una foto, de cada evento mínimamente importante para nosotros. Al ser gratis las fotos, las tomamos sin miedo a gastar el carrete, más bien el miedo está en perdernos algo. Las tomamos para no perdernos ni un ápice del presente que no tenemos tiempo de presenciar pues estamos demasiado ocupados en retratarlo.

En un principio la disponibilidad casi infinita de fotos nos sirvió para no perdernos el presente, aunque últimamente nos está sirviendo para tener suficiente material donde elegir la pose y el micro momento de perfección dentro de la mediocridad continua del presente.

Este micro momento esa centésima de segundo de perfección imposible de mantener en el tiempo, eso es finalmente lo que quedará en nuestro recuerdo, pues todo las demás instantáneas serán desechadas por falta de perfección. Al fin y al cabo ¿ quién quiere recordar la realidad pudiendo tener la idealización del momento ?

Si en nuestro álbum solo hay momentos perfectos, ¿ cómo seríamos capaces de recordar cuales han sido valiosos de verdad y cuales han sido parte del mural narcisista que cuelga de nuestra fachada ?

Nuestros abuelos tuvieron en su vida menos fotografías de las que podemos generar en un solo día. Fotos de su boda, eventos familiares puntuales, no lo retrataban todo pero sí tenían retratado lo que de verdad importa.

¿ Dónde acaban las ciento cincuenta fotos que tomaste el día de nochevieja hace 5 años ? Probablemente ni una tengas disponible. Tal vez se perdió en otro teléfono o no las hiciste tu y en caso de tenerlas y querer encontrarlas sería como buscar una aguja en un pajar.

Lo que es fácil y gratis como tomar recuerdos fotográficos con nuestro teléfono a veces tiene un problema de calidad. Y no me refiero a la de la imagen, sino a la calidad del recuerdo. Pues al ser fácil será abundante y por consecuencia será difícil encontrar valor entre la multitud.

La imagen nos da un recuerdo de como era el momento fisicamente. Podremos revivir como nos sentimos en el pasado a través del recuerdo que evoca una imagen. Y cuanto más lejos quede ese recuerdo del pasado más huecos se generarán en él. Nuestro subconsciente se encargará de rellenar esos huecos, de esta manera se puede alterar la realidad del pasado. Aunque a pesar de la manipulación de nuestro subconsciente la idea principal seguramente quedará intacta.

Perderemos solo los matices del recuerdo, en principio no parece importante pero debemos tener cuidado pues una suma de matices lo suficientemente grande puede alterar la idea principal del recuerdo.

De otra forma, la escritura tiene el poder de almacenar ideas, pensamientos, recuerdos y que estos queden inalterables en el tiempo. Si el recuerdo está suficientemente detallado, entre las palabras no quedará hueco para que nuestro subconsciente rellene nuestra memoria.

Por otro lado con la escritura se pueden exponer sentimientos, conceptos abstractos e ideas que no se pueden transmitir de otra manera. Para todo lo que quede fuera del alcance de nuestros ojos una imagen no vale más que mil palabras.

La escritura es el medio más antiguo para transmitir ideas y pensamientos. Es lo que nos ha permitido transmitir el conocimiento en el tiempo y que cada generación tenga de base el techo de saber de la anterior y no tenga que empezar de cero.

La escritura es el mejor método para viajar en el tiempo y ponernos en contactos con los pensamientos de nuestros antepasados o incluso de nuestro “yo” del pasado.

Escribiendo para mi yo del futuro…